Hoy vamos a preparar una de mis recetas de pasta preferidas.
Se trata de una receta simple y rápida, pero riquísima.
Ingredientes para 4 personas:
- 400g de tagliatelle
- 200g de salmón ahumado
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 chupito de whisky
- 1/2 cebolla tierna
- 500ml de nata para cocinar
En primer lugar picamos muy finamente la cebolla y la
pochamos en una sartén a fuego lento.
A continuación añadimos también el salmón ahumado cortado en cuadritos
pequeños (de aproximadamente un centímetro) sin que llegue a tostarse, y reservando algún trocito crudo
algo más grande para decorar.
Una vez hecho esto añadimos la mantequilla y el chupito de whisky
(que podéis sustituir también por ron o por vino blanco).
Cuando se haya evaporado el whisky añadimos la nata en
varias veces. Más o menos medio brick cada vez para que coja el sabor del
salmón. Seguimos a
fuego lento. Veréis que la salsa se espesa demasiado, no pasa nada, cuando esté casi
como una bechamel para croquetas, es decir, al remover podáis ver el fondo de
la sartén sin problemas, añadimos nata
de nuevo, removiendo continuamente para que no se pegue nada.
Repetiremos la
operación hasta que se acabe toda la nata. Esto nos llevará unos 20 minutos,
pero es imprescindible para que la nata se impregne del sabor del salmón
ahumado.
Hecho el condimento vamos a por la pasta. Le tagliatelle que
se suelen vender en forma de nidos, son como unos tallarines más anchos, para
que nos entendamos. Es importante que si la pasta es española no os olvidéis de
quitar un minuto al tiempo de cocción que recomiende el fabricante. Si es
italiana mejor seguirla al pie de la letra.
Ya sabéis que no hay que añadir aceite al agua de cocción ni
mojar la pasta con agua fría cuando se saca del fuego. El agua solo tiene que
llevar sal. Terminantemente prohibidas las pastillas de caldo, que además de
estar llenas de sal, suelen contener glutamato monosódico, y NO lo necesitamos
en nuestras vidas.
Una vez que la pasta se haya cocido separamos un cacito de
caldo de cocción (aproximadamente 100ml) y lo añadimos al condimento que previamente habremos vuelto a
poner en marcha. Quedaos con un poquito más del agua de cocción por si vemos que
la nata la absorbe toda.
Mezclamos bien todo hasta que quede una salsa homogénea y añadimos
la pasta a la sartén del condimento. Le damos unas cuantas vueltas a fuego
fuerte y si vemos que se seca demasiado, volvemos a añadir otro poco de agua de
cocción y dejamos que se mezcle bien todo.
Que no os de miedo que se vea un poco líquida en la sartén,
pues la nata espesa muy rápido y en cuanto sirváis los platos se absorberá el
agua de nuevo.
Para la presentación utilizaremos los trocitos de salmón que
habíamos reservado y podemos añadir un poquito de perejil picado o de cebollino
que también le va de perlas.
Ya veréis que es una receta muy simple pero muy muy rica.